1. Asegúrate de que el contrato contenga: Precio de compra-venta, identificación de las partes, descripción de la propiedad y fecha de entrega; elementos esenciales al momento de firmar un contrato.
2. Pagar impuestos derivados de la compra. Tras adquirir la propiedad existen impuestos que se deberán pagar antes para adquirir por completo el inmueble, entre ellos el Impuesto sobre Adquisición de Inmuebles (ISAI) en caso de una vivienda nueva, o bien, el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales para la vivienda usada.
3. Plazo de pago. Es necesario tomar en cuenta todos los gastos, conforme al monto total estipulado, para pagar el contrato y así adquirir el inmueble. De ese modo, no se pagarán intereses extras
4. Infórmate si la vivienda tiene un solo propietario. Es fundamental que todos los propietarios firmen el contrato. En caso de que el inmueble esté como copropiedad, sus dueños deberán estar de acuerdo en la venta.
5. Conoce el estado de los impuestos del inmueble. Cuando adquieres una propiedad, es preciso adquirirla sin ningún tipo de adeudo. Solicita los últimos recibos de los servicios públicos e impuestos propios del inmueble; entre los más importantes se encuentran: el IBI (Impuesto sobre Bienes e Inmuebles) y el predial.
6. Asesoría de un experto. Por seguridad es esencial se revise el contrato con un experto, ya que como en todos los documentos especiales puede haber términos o cláusulas muy técnicas que sean complicadas de comprender. Existen plataformas como Tu Cantón, que asesoran de forma gratuita.